10 subgéneros de fantasía para perderse en otros mundos
La fantasía es uno de los géneros más versátiles de la ficción. Hay para todos los gustos, desde platos suaves y reconfortantes hasta sabores intensos y oscuros. Si te encanta este género, perderte entre los diferentes mundos y vivir aventuras junto a personajes inolvidables, ¡este posteo es para vos! Acá te traigo diez subgéneros que quizás no conocías (o quizás sí, pero no sabías el nombre).
Nota: ¡no es solo para lectores! Si sos escritor y estás tratando de incursionar en algún subgénero o no sabés en dónde puede encajar tu historia, este posteo también es para vos 🙂
1. Cozy Fantasy
Imaginá un mundo mágico… pero sin guerras épicas ni dragones que quieren comerte. Acá todo es comida deliciosa, charlas junto a la chimenea y aventuras pequeñas pero entrañables. Ideal para leer con manta y bebida caliente.
Este subgénero se hizo muy popular en los últimos años, durante y después de la pandemia de COVID-19, donde todos necesitábamos un pequeño espacio para alejarnos del mundo real pero de una manera relajada y anti-estrés, pero si nos ponemos a mirar siempre ha habido algunos libros con este estilo.
Uno de los ejemplos más conocidos es El Café de las Leyendas (Legends & Lattes) de Travis Baldree, pero también podemos encontrar pequeñas joyas escondidas como La Sociedad de los Dragones de Té (The tea Dragon Society) de Katie O’Neill.
2. Steampunk
Sombreros de copa, engranajes, dirigibles y máquinas imposibles que funcionan a vapor.
Es la estética victoriana reinventada, máquinas a vapor gigantescas, autómatas e invenciones extravagantes que parecen haber salido de los libros de Da Vinci… todo mezclado con magia o ciencia ficción dura, a veces con romance, política y hasta misterio o terror. Este subgénero es tan variado como la fantasía misma y parece estar cobrando cada vez más atención.
A simple vista quizás parezca que el steampunk se trata más que nada de estética, pero también enfatiza mucho temas como tecnología vs naturaleza, progreso, y la naturaleza humana.
Uno de los ejemplos más conocidos de este género es la saga de la Materia Oscura, cuyo primer libro es La brújula dorada (His dark materials), de Philip Pullman. Otra saga conocida, pero quizás no tanto, con toques un poco más cercanos a la ciencia ficción es la saga Maquinas Mortales (Mortal Engines) de Philip Reeve.
3. Fantasía histórica
Este subgénero, a simple vista, pareciera no necesitar mucha explicación, pero a veces genera confusión. No se trata de una de historia de fantasía en un mundo basado en algún momento (como El señor de los anillos, que evoca a lo medieval), sino que se trata de fantasía aplicada a un contexto histórico.
Es decir… ¿qué pasaría si le agregáramos magia a la historia real? ¿Qué pasaría si en lugar de aviones en la segunda guerra mundial tuviéramos dragones? ¿Y si durante el primer contacto entre españoles y nativos americanos hubiera involucrado magia? ¿Y si los dioses griegos hubieran sido reales? Seguramente en algún rinconcito de este subgénero encuentres historias que responden a estas preguntas.
Un libro muy conocido de este género es Jonathan Strange y el Señor Norrell, de Susanna Clarke, que explora la magia en el contexto de las guerras napoleónicas. Otro representante es La novia fantasma de Yangsze Choo, en una Malasia aún dominada por los británicos en donde el mundo de los vivos se mezcla con el de los muertos.
4. Arcane Punk
Si el steampunk imagina un mundo movido por vapor, el arcane punk imagina uno movido por magia. Es el subgénero donde hechizos, runas y poderes sobrenaturales funcionan como si fueran energía eléctrica o código informático. Acá la magia deja de ser un misterio místico y se convierte en un sistema práctico, con reglas, límites y hasta “artefactos” que la canalizan.
En este tipo de historias, podés encontrarte con:
- Ciudades bulliciosas donde conviven ingenieros, alquimistas y magos,
- Artefactos mágicos que funcionan como armas, vehículos o máquinas,
- Personajes que usan la magia no como un don raro, sino como una herramienta cotidiana.
La estética suele ser más urbana e industrial: fábricas encantadas, barrios iluminados con cristales mágicos, gremios de magos que se parecen a corporaciones. También hay un aire de punk en el sentido de rebeldía: la magia-tecnología suele estar en disputa entre quienes la controlan y quienes quieren democratizarla.
Nacidos de la bruma (Mistborn), de Brandon Sanderson es un muy buen ejemplo de este género. La magia tiene reglas muy establecidas y, a medida que leemos y avanzamos en la historia de este mundo, la magia y la tecnología parecen convertirse en una sola.
Foundryside de Robert Jackson Bennett, lamentablemente todavía no está traducido al español, pero en este mundo la magia se utilizada como si fuera un código de programación de la realidad: puede usarse para programar y cambiar objetos.
5. Flintlock Fantasy
El flintlock fantasy huele a pólvora. Es un subgénero de la fantasía que abandona la típica ambientación medieval con espadas y caballeros, para situarse en épocas parecidas a los siglos XVII–XIX, cuando los mosquetes, cañones y ejércitos napoleónicos dominaban el campo de batalla.
La clave está en la mezcla: armas de fuego primitivas (pistolas de chispa, fusiles de avancarga, artillería), estrategia militar inspirada en guerras de línea y revoluciones, magia que coexiste con la pólvora, dándole un giro fantástico a los conflictos.
El tono suele ser más bélico y político que aventurero. Es común ver revoluciones, conspiraciones, colonias en disputa y sociedades en plena transformación. Aquí tenemos soldados, espías, rebeldes y líderes enfrentados en guerras civiles… pero con magia que puede cambiar el rumbo de una batalla.
La promesa de sangre (Promise of Blood) de Brian McClellan es el primer libro de La trilogía de la pólvora y es un gran ejemplo de este subgénero. Presenta un mundo de ejércitos, revoluciones y magos que canalizan la pólvora para obtener poderes sobrehumanos. Es considerado el estandarte del flintlock fantasy moderno.
Por otro lado, tenemos Las armas de la primera amanecida (Gunds of the dawn), de Adrian Tchaikovsky: una novela que combina guerra estilo napoleónica con brujería. La protagonista, una dama reclutada como soldado, debe enfrentarse al horror del campo de batalla en un mundo donde la magia oscura inclina la balanza.
6. Fantasía política
Dentro de la fantasía, hay historias donde las batallas no se ganan en el campo de guerra, sino en los salones de un palacio, en los consejos secretos o con un puñado de documentos sellados. La fantasía política pone el foco en las luchas de poder: quién gobierna, quién conspira y qué está dispuesto a sacrificar un personaje para mantenerse en la cima.
En este subgénero lo importante son las decisiones estratégicas, las alianzas cambiantes y las traiciones inesperadas. Los protagonistas pueden ser reyes, ministros, diplomáticos o simples cortesanos atrapados en un tablero de ajedrez donde cada movimiento puede significar la ruina o el ascenso.
Los temas habituales incluyen:
- Intriga palaciega: conspiraciones, sucesiones al trono, matrimonios estratégicos;
- Choque de ideologías: facciones enfrentadas que buscan imponer su visión de mundo;
- Corrupción y ambición: personajes moralmente grises que deben elegir entre poder y justicia;
- La magia como poder político: en lugar de un arma épica, la magia puede ser un recurso controlado por unos pocos para influir en gobiernos y pueblos.
Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin es quizás el ejemplo más popular de este subgénero: intrigas dinásticas, pactos rotos y luchas por el Trono de Hierro en un mundo donde cada noble trama a espaldas de los demás. Otro libro no tan conocido (y autoconclusivo) es El emperador goblin de Katherine Addison: un joven mestizo e inexperto se convierte, de la noche a la mañana, en emperador de un reino lleno de cortesanos hostiles. En lugar de batallas, la tensión se construye en la corte, donde cada gesto y cada palabra pueden costarle la corona… o la vida.
7. Portal Fantasy
Uno de los sueños más antiguos de los lectores de fantasía es el de abrir una puerta común y corriente y descubrir un mundo extraordinario del otro lado. Ese es el corazón de portal fantasy: relatos donde los protagonistas dejan su mundo habitual para entrar en otro, lleno de magia, criaturas y aventuras.
El portal puede ser un ropero, un espejo, una estación de tren o incluso un accidente extraño. Lo esencial es el contraste: los personajes llegan como extraños a un lugar donde las reglas son distintas, y deben aprender a sobrevivir, adaptarse o incluso salvarlo.
Los ejemplos más famosos y clásicos son quizás Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll y Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis, pero un ejemplo más moderno es Cada corazón, un umbral (Every Heart a Doorway) de Seanan McGuire, que cuenta las historias de jóvenes que alguna vez viajaron a mundos mágicos y fueron devueltos al nuestro; cada libro en la serie se enfoca en un protagonista y mundo nuevo, combinando el mundo mágico con el real, en donde los niños se ven involucrados en misterios más mundanos.
8. Grimdark
El grimdark es el rincón más sombrío de la fantasía. Aquí no hay héroes puros ni finales felices garantizados: los personajes suelen ser moralmente grises, las sociedades corruptas y la violencia descarnada. El nombre proviene de la sensación de “oscuridad y dureza” que impregna estas obras.
En estas historias, los protagonistas pueden ser antihéroes, mercenarios, ladrones o soldados sin gloria. El poder corrompe, la esperanza es frágil y la línea entre el bien y el mal prácticamente desaparece. El resultado es un tipo de fantasía que se siente cruda, realista y brutal, incluso cuando hay magia y criaturas sobrenaturales.
Joe Abercrombie, el proclamado lord del grimmdark, con su saga La primera ley, es quizás el ejemplo más conocido de este subgénero. En este mundo, los héroes son violentos, cínicos y contradictorios, atrapados en un mundo despiadado. El demonio de Praga (Beyond Redemption) de Michael R. Fletcher, por otro lado, presenta un mundo donde la locura de las personas se convierte en magia real, con resultados tan fascinantes como aterradores.
9. Urban Fantasy
La urban fantasy coloca la magia en medio de nuestra vida cotidiana. Brujas, vampiros, espíritus y hechiceros no viven en castillos medievales, sino en departamentos, librerías, comisarías o bares escondidos en grandes ciudades.
El contraste es lo que más engancha: lo sobrenatural se esconde justo detrás de lo que damos por sentado. Muchas veces combina elementos de novela policial, romance o comedia, y suele usar escenarios reconocibles (Londres, Chicago, Nueva York) que se tiñen de misterio.
Los protagonistas suelen ser detectives paranormales, magos encubiertos o personas comunes que descubren el mundo oculto a su alrededor.
Uno de los representantes más conocidos del subgénero es Harry Dresden de Jim Butcher (también puede encontrarse en español como Expediente Dresden), narra las aventuras de un detective privado y mago en Chicago, donde lo sobrenatural convive con el crimen común. Por otro lado, en Ríos de Londres (Rivers of London) de Ben Aaronovitch, un joven policía londinense descubre que la magia es real y termina trabajando en una división especial dedicada a crímenes sobrenaturales.
10. Mythpunk
El mythpunk es el lugar donde los mitos y leyendas tradicionales se reescriben con una mirada moderna, a veces experimental y siempre subversiva. Es un subgénero que toma los cuentos de hadas, las tradiciones orales o las religiones antiguas y las retuerce para mostrar nuevas perspectivas.
Muchas veces desafía las versiones edulcoradas de los mitos, recuperando su lado oscuro, feminista, queer o posmoderno. La narración puede ser lírica, fragmentada o extraña, reflejando ese carácter de “punk” rebelde que no teme romper las reglas del relato clásico.
Rick Riordan y sus sagas de Percy Jackson, Crónicas de Kane y Magnus Chase es quizás lo más conocido del subgénero. En estos libros, los dioses griegos, romanos, egipcios y nórdicos son reales, están entre nostros… y tienen hijos con humanos. Y esos hijos deben hacer de todo para intentar sobrevivir a la doble vida en la que nacieron.
La niña que circunnavegó el país de las hadas en un barco propio de Catherynne M. Valente es otro representante, menos conocido. Aunque parece un cuento infantil, es una obra mythpunk llena de simbolismo, giros oscuros y una narración que reinventa la tradición de los cuentos de hadas.
¿Tenés algún otro ejemplo en estos géneros? ¡Dejalo en los comentarios!
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