¡Arrancamos la segunda semana de junio! Como pasa el tiempo, ¿eh? Durante esta semana, estaremos mostrando algunas de las técnicas que usamos los miembros de Locuras Literarias para crear personajes únicos y que sean inolvidables para el lector. ¿Estás listo?

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El alma de la historia – Merlu

Los personajes son el alma de la historia, eso que la hace única e irrepetible, los ojos por los cuales tus lectores van a conocer no solo a otros personajes, sino también el mundo en donde viven. Por esa razón, la creación de personajes es una de las etapas más importantes del desarrollo de una historia, sin importar de qué tipo sea ni el largo que tenga. Muchos incluso dicen que es el paso más importante.

Mi método para crear personajes fue cambiando a lo largo de los años. Primero usaba fichas de personajes en las que preguntaban hasta su color favorito, pero, la verdad, no me servían demasiado. Después de todo, ¿qué tan importante puede llegar a ser un dato tan específico para la trama? No demasiado. Al menos que en algún punto de la trama sea relevante, pero es raro que así sea. Por esa razón, dejé de usar fichas predeterminadas y me centré en otras cosas… cosas que sin importar la trama ni el largo de la historia, son importantes: las necesidades, los miedos y los objetivos.

Objetivos.

Este para mi es el punto de partida. Si tu personaje no tiene un objetivo, ¿qué hará durante la historia? Por algo quieres contar su historia, por algo se ve involucrado en lo que sea que estés contando. Todo personaje tiene un objetivo y este no tiene por qué ser gigante o extraordinario como salvar al mundo o ser el mejor pirata que existe. Puede ser tan pequeño y sencillo como limpiar su habitación. Así que eso es lo primero que pienso de un personaje, a veces incluso antes de encontrarle un nombre que me gusta.

El objetivo hará que tu personaje tenga una idea clara de a dónde quiere llegar y eso lo pondrá en una posición activa frente a la trama, que le pondrá obstáculos en el camino. Con esta meta específica, podrás encontrar una lista de cosas que pueden ocurrir durante la historia.

Miedos.

Todos tenemos miedos, incluso la más valiente de las personas. Al igual que con el objetivo, no tiene por qué ser una fobia o algo sumamente impactante, puede ser algo sencillo e incluso tonto a tus ojos, pero tiene que estar. ¿Por qué? Porque ese miedo será el que tire para atrás a tus personajes, es eso que hará que duden, que les de profundidad. Los miedos pueden estar además ligados a sus defectos. Quizás tu personaje cuyo objetivo es limpiar su habitación le tiene miedo a las arañas. Quizás el miedo a encontrarse con una araña cuando barre le impide cumplir su objetivo. Ahí ya tienes mucho para trabajar.

Necesidad.

Este punto es quizás el más importante, o al menos en mi opinión. La necesidad es algo que, muchas veces, tu personaje no sabe. Es lo que va más allá de su objetivo, no es algo superficial, sino más profundo y habla sobre la personalidad y la historia personal de cada uno. Lo que tu personaje necesita muchas veces entra en conflicto con lo que tu personaje quiere, y ahí tienes el tema de tu historia, el porqué de la misma, la razón por la cual estás provocando que haya tantos obstáculos y enviando a tus personajes en este camino que será tu historia.

Volviendo al ejemplo del personaje que quiere limpiar su habitación, pero le tiene miedo a las arañas, quizás lo que necesita es conquistar ese miedo. O quizás lo que en verdad necesita es aprender a ordenar su vida, para así no llegar al punto de temer que haya arañas en su habitación porque logra poder limpiarla más seguido.

Después de tener esto, elijo cosas más “superficiales”, como características físicas, familia, detalles de su historia como lugar y fecha de nacimiento, signo zodiacal o tipo de personalidad, etc.

Una vez tengo todo esto, y junto a la trama de la historia, me pongo a idear el arco de personaje. Cabe aclarar que objetivos y necesidades lo hago para todos los personajes ya sean principales o secundarios, mientras que los arcos solo lo hago para los principales. ¿Cómo los contruyo? Haciéndome un par de preguntas clave:

¿Cuál es la mentira que cree sobre el mundo?

Esto está muy ligado a los miedos, los defectos y también la historia principal. Al responder esta pregunta te darás cuenta por qué la necesidad es tan importante y la razón por la cuál es diferente a su objetivo.

¿Cuál es la verdad que debe descubrir?

La respuesta a esta pregunta estará muy relacionada a la pregunta anterior, porque es lo opuesto a la mentira que cree. Es la verdad que debe alcanzar al finalizar su arco (y la historia) para poder ser feliz.

¿Cuáles son las cosas que más valora en el mundo?

Esto te ayudará a tener un hilo principal que lo guíe a lo largo de la historia y hará que no se desvíe de su objetivo.

Y así es como suelo desarrollar mis personajes.

Uno de los recursos que más uso para pensar personajes es también el test de 16 personalidades. No lo uso como una guía a rajatabla, pero ayuda para poder pensar en las otras cosas que mencioné arriba. Les dejo el link acá: https://www.16personalities.com/es/descripcion-de-los-tipos

Viajes internos y conflictos – Aturgus

Tengo que admitir cierta falta de autoridad en lo que es la construcción de personajes. Aunque sus viajes internos son la fuerza propulsora de cualquier historia, en lo que es preparación suelo limitarme a darles alguna característica negativa que juegue con la trama para crear un hilo temático (un personaje tímido, que se exponga al mundo; un personaje arrogante, que se encuentre con alguien más poderoso, etc.).

Tener algún momento que condense su personalidad, tanto para el lector como para mí, para tener una referencia a medida que la historia avanza. Este quizás es mi mayor consejo: pensar en los personajes por cómo actúan y no por una lista de adjetivos. Me ha pasado de estar escribiendo una escena, por ejemplo, en la que un personaje se acobarda ante algo y de repente decir: “No, esperá, será tímida, pero eso no equivale a cobarde. Revisemos bien este momento. Comparemos ahora con lo que tengo planeado que haga más adelante en la historia. Esto no encaja”. Después, qué cambiar, lo primero, lo segundo o lo último, depende de las circunstancias.

Lo malo, supongo, es que este consejo requiere ya haber empezado y tener el personaje ya más o menos pensado.

Por último, darles rasgos, si no odiables, problemáticos; en el sentido de generar problemas. Ya toqué un poco este tema arriba con la cuestión de los rasgos que hagan al personaje entrar en conflicto con sus circunstancias, pero me refiero también a rasgos que, simplemente, los hagan errar. Mientras más se equivoquen, mejor. Si pueden incluso hacer lo correcto con razones, conocimientos o métodos equivocados, ¡gané!